18 Sep

La dieta mediterránea

  • septiembre 18, 2012
La dieta mediterránea es quizás el modelo alimentario más saludable del planeta, solamente comparable con alguna alimentación del continente asiático, como la dieta japonesa. Los beneficios sobre la salud de la dieta mediterránea han quedado de manifiesto en numerosos estudios. Hoy sabemos que la dieta mediterránea tradicional protege frente al infarto de miocardio, determinados tumores -como el cáncer de mama, colorrectal, próstata,…- la diabetes, y otras patologías relacionadas con la oxidación. Recientemente se ha postulado que la dieta mediterránea podría prevenir además la enfermedad de Alzheimer, algunas patologías digestivas …, y que también contribuiría a la disminución de complicaciones en diversas enfermedades, como la aparición de un segundo infarto de miocardio o el riesgo de fracaso de una intervención coronaria o de complicaciones vasculares en la diabetes mellitus. Los alimentos que configuran la dieta mediterránea son: el aceite de oliva, el pan, los derivados del trigo, las verduras, hortalizas y frutas, las leguminosas, el vino, los quesos y yogur, y el pescado, algunas carnes y, como no, los frutos secos. Los frutos secos son la base de la dieta mediterránea, y por lo tanto son muy sanos y muy recomendables, ya que son ricos en hierro, vitaminas, calcio y proteínas, además consumiéndolos se reduce la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares. Son también muy adecuados para cuando se realiza bastante ejercicio físico, ya que son una fuente de energía inmediata, también son el mejor aperitivo dado su alto contenido nutricional. Se pueden utilizar además en muy variados platos, desde entrantes, ensaladas, postres… A continuación pasamos a enumerar algunos de los más conocidos frutos secos: Almendras Las almendras son, como su nombre indica, el fruto del almendro, y las podemos encontrar de muy diversas formas: con piel, peladas, fritas, tostadas, molidas, picadas… Son ricas en varios de tipos de vitaminas B (Vitaminas B5, B6, B17) , otras vitaminas en la cual es rica la almendra es la D o folato, tiamina, riboflavina, niacina y vitamina E ; también posee bastantes minerales esenciales, entre ellos están el magnesio, fósforo, potasio, zinc, calcio e hierro. Avellanas Las avellanas son el fruto del avellano, y son un fruto algo amargo. Por su alto contenido en vitamina E, ayuda a que aguanten más tiempo en enranciarse. Se pueden encontrar tanto peladas, normalmente tostadas, como con cáscara, y normalmente es recomendable su recolección en otoño, ya que en invierno, éstas se arrugan y se encogen, y toman un color más oscuro, aunque se pueden consumir de igual manera. Son ricas en vitamina E, además de tiamina, niacina y altas concentraciones de fósforo, calcio y potasio. Es muy recomendable para disminuir el colesterol, como les ocurre a casi todos los frutos secos. Cacahuetes Los cacahuetes son el fruto de una planta de la familia de los guisantes, y se puedne encontrar normalmente pelados y salados, pero también se puede encontrar con la cáscara, tostados o naturales. También existe en América, la mantequilla de cacahuete, como también puede encontrar aceite de este fruto, muy suave y ligero. Son ricos en vitamina E, vitamina B3, vitamina B1, magnesio, y en menor cantidad también contiene: hierro, fósforo, cobre, azufre y sodio. Anacardos El anacardo es el fruto del árbol de su mismo nombre, también es conocido como marañón, nuez de la india, cajú, según el pais en el que estemos. Normalmente lo encontramos fritos, pero también se puede conseguir seco. También se suelen utilizar en la cocina, para aderezar los platos. Contienen un alto contenido en vitamina C, así como vitaminas B1, B2 y B5. Ciruelas Las ciruelas pasas, en nuestro caso; como no, son el fruto del ciruelo, y se pueden encontrar de dos tipos, con hueso y sin hueso, estas últimas son más recomendables para utilizar en la cocina, ya que al no llevar hueso se evita el encontrarse el hueso de éstas en los platos. Son el método más eficaz y natural para mejorar el tráfico intestinal, ya que tienen un increíble efecto laxante, debido a su alto contenido en fibra; altamente recomendables por esta cualidad. Nueces Son el fruto del nogal, y las podemos encontrar con cáscara o ya peladas. Ayudan a prevenir enfermedades cardíacas y son el fruto más recomendable para disminuir el colesterol, con un alto contenido en proteínas, vitaminas A, B1, B6, ácidos grasos omega 3, oligoelementos, lecitina y aceites. Se pueden utilizar también en ensaladas y combinando éstas con queso. Piñones Los piñones son el fruto de las piñas que producen los pinos y además son un ingrediente esencial de la cocina mediterránea en muy diversos platos, desde potajes, postres, dulces… Su alto precio, se debe a la dificultad de extraer éstos, ya que requieren de maquinaria especializada. Son el fruto seco con más alto contenido en proteínas, llegando a contener 31 gramos de proteínas por cada 100 gramos del fruto. También conservan bastante fibra. Pistachos Los pistachos son el fruto del árbol del pistachero, también conocido como alfósigo. Normalmente se suelen encontrar tostados con cáscara, pero también se comercializan pelados y/o crudos. Contienen también como otros muchos frutos secos, un alto contenido en fibra, poseen un alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados, monoinsaturados y ácido oleico, que contribuye este a bajar el colesterol; además de potasio, calcio, fósforo y hierro, vitamina A, B9, ácido fólico. Pero si los Frutos Secos son parte protagonista de la dieta mediterránea, hay que decir que ésta no es solo una suma de alimentos con funciones sobre la salud sino que es mucho más: representa un estilo de ver la vida, de entender las relaciones humanas, las prioridades sociales, el rol familiar, una forma de vivir y relacionarse con el medio, unido a un marco geográfico, unos colores, unos olfatos y unos gustos y aromas incomparables.